PREPARAR UN TÉ RUSO CON SAMOVAR

¿Pensabais que el vodka era la bebida más popular en Rusia? Pues no, en occidente somos locos del café, allí lo son del té. Así se entiende la existencia de un recipiente creado exclusivamente para tomar infusiones, el samovar. Hoy nos proponemos preparar un té a la manera tradicional rusa gracias a un ejemplar fabricado a finales del siglo XIX.
La palabra “samovar” se compone de dos palabras en ruso: samo (por sí mismo) y varit (hervir), lo cual lo define muy bien, pues su única función es calentar ela gua y mantenerla a una buena temperatura . Aunque no deja de ser un hervidor sofisticado, hubo una época en que el samovar fue el “no va más”. Toda casa fuese rica o pobre tenía uno, y ocupaba un puesto preferente en la sala de estar. Sería lo más parecido a la televisión en el salón hoy en día. Su producción se generalizó en Rusia a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, y por supuesto, durante la Segunda Guerra Mundial continuó siendo una tradición hasta en el mismísimo frente de batalla.

El samovar lleva varios siglos presidiendo la mesa en reuniones sociales.
Dos soldados soviéticos disfrutan de un té preparado en samovar en el frente de batalla durante la Segunda Guerra Mundial.

Hoy en día hay samovares eléctricos y en el pasado los hubo de queroseno, pero el de toda la vida es el fabricado en cobre o latón y alimentado con brasas. Consta de dos partes, el espacio más grande reservado para el agua y un tubo a modo de caldera donde preparar las brasas, básicamente maderas pequeñas o carbón. Lo habitual es preparar el fuego en el exterior y cuando el agua hierve se lleva a la mesa. En caso de tener que prepararlo dentro de casa se le acopla una chimenea conectada al exterior, que también se puede utilizar en el exterior para no acabar ahumados.

Catálogo con el ejemplar que hemos utilizado en nuestra particular jornada de «arqueología experimental».
Este samovar fue fabricado en la ciudad rusa de Tula (la meca del Samovar) a finales del siglo XIX por la fábrica herederos de Batashev.

Una vez el agua hierve se apaga el fuego tapando el alto de la chimenea y mediante las dos asas de transporte laterales se lleva a junto nuestros invitados. Con el primer agua del samovar se prepara un té muy concentrado (té negro principalmente) en una tetera que se coloca en lo alto del samovar. A continuación cada comensal uno se servirá un poco del té concentrado en su taza y rebajará con agua al gusto. El samovar se encargará de mantener el agua caliente bastante tiempo por lo que podremos disfrutar de nuestras tazas de té toda la tarde.

En esta imagen de 1860 observamos el uso original de los platos de las tazas de té: echar un poco de té para que se enfría rápidamente y beber de él directamente.

Ya que comenzamos preguntándoos por la bebida más popular en Rusia terminaremos con otro dato anecdótico. ¿Sabíais para qué se inventaron los platos que se ponen bajo las tazas? Pues en realidad para enfriar la bebida echando un poco de té y beber de ellos directamente.
Todo esto lo pusimos en práctica y lo grabamos en un vídeo.